En esta pagina dedicada a la figura de Frida Kahlo se explica la siguiente historia, que nos sirve para ilustrar la unión y la profunda admiración de la artista mexicana por la cultura popular de su país.
En 1925, a la edad de 18 años, Frida iba camino de su casa, volviendo de la escuela. El autobús que tomó chocó con un tranvía. Las heridas de Frida fueron gravísimas: se rompió la pelvis y la columna vertebral, además de otras heridas; los doctores no estaban seguros de que pudiera sobrevivir. Frida encontró una pintura votiva (religiosa) que se parecía mucho a un esbozo en lápiz que ella hizo de su accidente. Se parecía tanto a su propio accidente, que Frida sólo necesitó retocarlo un poco para que el “ex-voto (retablo)” representara su propia experiencia. Añadió los textos en el autobús y el tranvía y le dio a la desgraciada víctima unas cejas tan características como las suyas.
En la parte de abajo añadió una inscripción que pone “Los señores Guillermo Kahlo y Matilde C. de Kahlo le dan gracias a Nuestra Señora de los Dolores por salvar a nuestra hija Frida del accidente que tuvo lugar en 1925, en la esquina de Cuahutemozin y Calzada de Tlalpah.”
En la pagina dedicada a su figura antes mencionada encontramos la siguiente lectura de la obra Autorretrato con el Retrato del Dr. Farill, en el cual la artista se retrata junto con el doctor que la opero repetidas veces de la columna vertebral:
Frida permaneció internada en el hospital en la ciudad de México durante nueve meses. En Noviembre de ese año, Frida por fin se encontró suficientemente bien para pintar. Su primer cuadro fue este autorretrato dedicado al Dr. Farill. “Estuve enferma durante un año….siete operaciones en mi columna vertebral” escribió en su diario y “el doctor Farill me salvó”. El hecho de que dio crédito al Dr. Farill por salvar su vida, podría explicar porque este autorretrato fue hecho como un “ex-voto (retablo)”. En el cuadro, el Dr. Farill aparece en el lugar que normalmente ocupa un santo y Kahlo como la desgraciada victima que ha sido salvada. Frida, confinada a una silla de ruedas, pinta con su propia sangre usando su corazón como una paleta…quizás su manera de decir que pintaba el retrato desde el fondo de su corazón. Los pinceles que sostiene firmemente en su mano parecen más sangrientos instrumentos quirúrgicos.
Frida podría haber tomado prestada esta idea de su retrato de Goya, el cual durante sus últimos años pintó una espacie de retablo, un autorretrato llamado “Goya atendido por el Doctor Arrieta”. En el cuadro, incluyó una inscripción agradeciendo al doctor que salvara su vida.
Al respecto de Unos cuantos piquetitos, parece ser que la artista quedó tan impresionada por la imagen de una mujer en la cama que está siendo apuñalada por un hombre, la cual aparece en uno de los exvotos que compró en los años treinta en Jalisco, que la reprodujo en su popular pintura. En dicho exvoto, M. Aragón da gracias a la Santísima Virgen de Talpa por el milagro de haberle salvado la vida y está fechado el 3 de octubre de 1934, un año antes de que Frida creara su cuadro.
Otras obras de Frida que podriamos considerar dentro del estilo “exvoto” de la artista podrían ser los siguientes:
Bibliografía:
– Castro-Sethness, Maria. “Frida Kahlo’s Spiritual World: The Influence of Mexican Retablo and Ex-voto Paintings on Her Art.” En Womans Art Journal, Volumen 25, Nº 2 (Consultar online).
– Garduño Pulido, Blanca. “Influencia del exvoto en la obra de Diego Rivera y Frida Kahlo y el arte contemporaneo”. En Fe, arte y cultura. El Santo Niño de Atocha. Exvotos, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Instituto Nacional de Bellas Artes,Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, México
– Sáenz, Olga. “Presencia del exvoto en la pintura mexicana moderna y contemporánea (siglo XX). Arte de autor: influencias y paralelismos” en Dones y promesas: 500 años de arte ofrenda (exvotos mexicanos), Fundación Cultural Televisa, A.C., México, 1996, pp 218-219